jueves, 1 de marzo de 2012

La Ruta de los Conventos y Don Goyo

Por Gabriel Romeu

Recuerdo, cuando de joven “puebleaba"(1) por el estado de Morelos,  la curiosidad que despertaban las construcciones, semi abandonadas por entonces, de los ex conventos y monasterios coloniales,  mismos que al presente  son el producto turístico ganador, preferido entre 35 competidores de todo el mundo, durante la  Feria Mundial de Turismo  FITUR en   Madrid, 2012.

   Seguir la ruta de los conventos implica conocer y comparar varios poblados y sus ex conventos, monasterios e iglesias, un recorrido que es más que una excursión, pues supone al menos una pernocta y no se reduce al estado de Morelos sino que implica rodear al majestuoso volcán Popocatepetl para visitar los conventos fransicanos en Puebla. Veamos:

   La  labor de evangelización estuvo a cargo de los frailes dominicos, fanciscanos y agustinos, quienes a partir del establecimiento de los primeros monasterios en las laderas del volcán Popocatepetl fueron definiendo las rutas de conquista y evangelización. Los primeros en llegar fueron los frailes fransicanos en 1524, ellos fundaron los conventos de Huejotzingo y la Catedral de Cuernavaca. Los dominicos llegaron en 1526, fundaron los monasterios de Calpan, Tochimilco, Oaxtepec, Tetela del Volcan y Hueyapan. Finalmente en 1533 arribaron los agustinos, quienes establecieron sus conventos en Ocuitulco, Tepoztlan y Zacahualpan de las milpas, entre otros; total catorce edificaciones.

   El origen de los monasterios en el siglo XVI se basó en la necesidad de enseñar una nueva religión y promover una convivencia armónica entre las dos culturas; mas tarde cumplían además con las funciones de escuela, hospital y albergue; e incluso, con base en la localización de los monasterios se planeaba el abastecimiento de agua por medio de acueductos.

    De  esta manera  tenemos que los “Primeros Monasterios del Siglo XVI en las laderas del Popocatepetl” cobraron fama al ser declarados por la UNESCO, en 1994, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Se considera que conjuntos arquitectónicos de este tipo son Patrimonio de la Humanidad cuando ilustran una etapa significativa de la historia humana; en este caso: la formidable empresa de aculturación del Nuevo Mundo llevada a cabo por lo mejor de la intelectualidad Ibérica de su tiempo.

   Decía que la Ruta de los Conventos es más que una excursión; es un viaje el cual comienza en Tepoztlán, pueblo mágico entre los mágicos; continua hacia el ex convento de San Juan Bautista en Tlayacapan, al presente Pueblo Mágico también; continua hacia  la construcción dominica en Oaxtepec, cerca de donde fuera el balneario del Tlatoani Moctezuma. Continuamos al ex convento  San Mateo en Atlatlahucan. Un consejo: a este convento mejor entrar sin sombreros o gorras y las mujeres tapadas con velo debido a lo arraigado de las costumbres aquí, donde  las misas dominicales son impartidas en latín.

   La siguiente etapa de la ruta coincide con el inicio de la  ascensión al Popo, iniciando con la visita al ex convento agustino de Yacapixtla, y acto seguido saborear la afamada cecina con crema y acaso prestar atención a los danzantes “chinelos”  de este pueblo. Continuando el ascenso el clima va cambiando y se llega a Ocuitulco y  por fin a Tetela del Volcán.  Estamos ya “Under the Volcano” como   lo apuntó  Malcolm Lowry y debemos decidir dónde pasar la  fría noche. Con suerte algún hotel de una estrellita, en Tetela del Volcán;  a cinco minutos está  Hueyapan  con su ex monasterio dominico, solo que no consta  de lugares de hospedaje ni siquiera sin estrellas.

     Antes de dormir, podremos conversar y poner  orden mental en la avalancha de imágenes y datos que hemos recibido  durante el recorrido. Tendremos ahora claro cual es el patròn arquitectónico de los conventos del siglo XVI:  Atrio, ejemplo único de arquitectura y urbanismo  hispánico al incorporar la utilización de espacios abiertos para la celebración del culto católico. Capilla abierta. Cuatro capillas posas que se localizan en las esquinas del atrio. Una cruz en medio del atrio. Camino procesional; un Vía crucis. Templo techado, normalmente de una sola nave y a un lado, hacia el sur, se sitúa el monasterio; este patrón  tenía el fin de que el edificio  del templo  proteja de las inclemencias del viento proveniente del norte al monasterio. El edificio propio del monasterio era construido alrededor de un claustro. Mientras dentro de los claustros se puede  aun admirar murales así como encantadores jardines y fuentes, no es raro imaginar  a los frailes evangelizadores en solemne  procesión.

    A la mañana siguiente, para llegar a los recintos franciscanos en Puebla, debemos optar por seguir por la ladera del Popocatepetl  para descender hacia el convento de Tochimilco (opción de aventura) o bajar hasta la nueva  autopista de alta velocidad Cuautla-Atlixco  (opción de confort); ambas con el fin de llegar al ex convento de San Miguel Arcángel de Huejotzingo, el cual fue el primero que se construyó en 1524.

    Huejotzingo cuenta con un retablo monumental del siglo XVI en perfecto estado de conservación, momias y además de una bella cruz atrial colocada sobre una corona de espinas finamente labradas;  por esto se  le considera uno de los más impresionantes debido a la variedad de elementos que conserva y la calidad de muchos de ellos; en suma,  si no los alrededores del monasterio sí su interior  transportan  al visitante a un mundo mágico lleno de tranquilidad y belleza.

    Aquí termina la ruta. Decimos adiós con un rico mole poblano y brindando con deliciosa sidra del lugar.  Bon Voyage.



(1) Pueblear  es la actividad de recorrer poblados campesinos  libremente y sin un plan previo,  disfrutando  de la naturaleza del lugar y compartiendo el pan y la sal con la gente buena del campo.